Muchos de los líderes que encabezan la lista de los promotores de la ira son hijos de padres que los maltrataron, fueron víctimas del bullying en la escuela. Aunque llegan a ser ricos y poderosos, siguen sintiendo ira en contra de aquellos que identifican con quienes los hicieron sufrir. La avalancha de sentimientos y teorías conspirativas disparatados expresan las nuevas formas de ira y de las pulsiones negativas. Los populismos han dominado la escena hablando de castigar a la “casta” y a las élites políticas tradicionales tanto de izquierda como de derecha. Un voto a favor de este tipo de políticos, o respaldarlos en una encuesta, divierte a los iracundos porque incomoda a las élites tradicionales. Esto explica por qué la imagen de Javier Milei se mantiene bien, mientras cae la evaluación de su gobierno. Leer más