Día del hincha de Ituzaingó

La pequeña tribuna históricamente usada por los visitantes (hoy locales), tenía una capacidad para 800 espectadores, a partir de la unión de un gran número socios e hinchas, en su mayoría gente joven, pasaron de decir “todos juntos haremos a todos juntos hicimos”, y con gran esfuerzo, elevaron la capacidad de esa tribuna a 2.400 personas.

Esta obra se inauguró en una fría tarde, el 13 de agosto del 2006, constituyéndose desde ese momento en el día del hincha de Ituzaingó.

Consultamos al respecto al reconocido periodista partidario, Fernando Espeche que fuera factor fundamental en este hecho histórico para la Institución, y nos dijo: “Dicen que de las grandes crisis, surgen las mejores oportunidades, y el Club Atlético Ituzaingó vaya que las tuvo, como cualquier otra institución, y quizás como ninguna otra. Lo cierto es que hay que remontarse al año 2005, que nos lleva al ‘Verde’ transitando la primera ‘D’, última categoría del futbol argentino por ese entonces, con Carlos ‘Tato’ Medina al mando del primer equipo, que venía de sufrir un traumático descenso la temporada anterior, más allá de la remontada final que incluyó una inolvidable goleada por 5 a 0 al Deportivo Merlo.

Por aquel entonces, la cantidad de socios estaba lejos de ser la de hoy. Ni que hablar de que el actual predio, solo estaba en los sueños de los más delirantes. Pero lo que si tenía era un muy buen grupo de pibes, que con la guía de José Luis ‘Cacho’ García, sintieron desde lo más profundo, que para cambiar las realidades, nada es mejor que actuar.

Y apareció en la interna de esos socios la alocada idea de ampliar la tribuna que por ese entonces era utilizada por las parcialidades visitantes (la que da espaldas a la calle Rondeau). El club a duras penas podía sostener el futbol profesional, a partir de la acostumbrada ayuda económica del por entonces presidente Carlos Sacaan, por lo que obviamente cualquier proyecto de esa índole hubiera sido imposible de sostener institucionalmente. Pero las ganas de estos jóvenes de aquel entonces eran tantas, que aparecieron las ideas de a montones, como los bingos que terminaron convirtiéndose en históricos a partir de la inmensa convocatoria de un pueblo que se sintió representado por el empuje, infinitos bufets, algún que otro recital, rifas y más rifas, varios aportes de bolsillos flacos a los que no les sobraba contenido, pero si amor por los colores y algún espacio radial que por aquel entonces hacía de vocero de la iniciativa, y así terminó convirtiéndose el sueño en realidad. Con el equipo ya en primera ‘C’, aquella fecha del 13 de agosto del 2006, terminó transformándose en histórica al inaugurarse la ampliación de la tribuna que otrora solo despertaba incredulidad en propios y extraños.

Pero el logro fue aún más notorio, porque había sido logrado cien por ciento por el aporte de los socios e hinchas. Sin mecenas, sin aportes externos, sólo con la bandera del amor, por sobre todo. No podría haber terminado en otra cosa que convirtiéndose en el “día del hincha de Ituzaingó”, desde el 2006 a la eternidad”.

JUAN ÁNGEL MIGUEL.

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