Recordamos a Leandro Despouy

Leandro Despouy nació en San Luis el 4 de abril de 1947. Fue docente y se destacó en el radicalismo por su actividad política, pero debió exiliarse en Francia entre 1975 y 1983, por la persecución de la Triple “A”, la banda armada paraestatal lo perseguía por su actuación como patrocinador de hábeas corpus de perseguidos políticos y por integrar la gremial de abogados.

Incluso desde el exterior, en enero de 1975, fue la primera persona en denunciar como testigo, en el segundo tribunal Russel, el accionar de esa organización paraestatal.

Cabe recordar que el tribunal Russel fue formado por intelectuales para analizar los crímenes de las dictaduras latinoamericanas, como lo habían hecho ya con Betrand Russel, para investigar y evaluar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam.

Allí Despouy testificó sobre los crímenes cometidos por "funcionarios del gobierno o allegados políticos" y responsabilizó a José López Rega y a otros funcionarios del gobierno de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón.

Al regresar al país con el gobierno de Raúl Alfonsín, Despouy fue designado en la cancillería como director del área de Derechos Humanos. Desde allí fue clave su trabajo para traer al país a las víctimas de la represión ilegal que estaban exiliadas para que declararan como testigos en el juicio a las Juntas Militares, según recordó Ricardo Gil Lavedra, quien fue uno de los integrantes del tribunal de ese histórico proceso.

Gran persona, funcionario y político, e hizo de la transparencia y de la defensa de los Derechos Humanos sus banderas.

Recordándolo, lo valoramos, también de esa forma mantenemos en alto su gran compromiso con las ideas y valores que siempre sostuvo.

Además, fue relator especial de las Naciones Unidas en materia de Independencia Judicial y trabajó como segundo del ex canciller Dante Caputo frente a la crisis de Haití. Desarrolló una carrera diplomática a nivel internacional donde ocupó la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Fue autor de numerosos libros y artículos y tuvo también una larga trayectoria docente.

Estuvo al frente de la Auditoría General de la Nación entre 2002 y 2016. También presidió este órgano estatal autónomo encargado del control del manejo de fondos públicos por parte del Poder Ejecutivo. Lo reemplazó fugazmente Ricardo Echegaray cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó el poder.

Bajo su gestión, la AGN realizó auditorías del Fútbol Para Todos, denunció por la falta de control del gobierno kirchnerista con la empresa Trenes de Buenos Aires, emitió cuatro informes advirtiendo por la seguridad física de los pasajeros y del material rodante y una investigación sobre las compras de trenes chatarra a España y Portugal con sobreprecios.

Esos documentos fueron evidencias en las causas judiciales en que se investigó y condenó por corrupción a funcionarios del kirchnerismo como Ricardo Jaime.

En 2016 recibió la Mención Especial de los Premio Konex a las Humanidades Argentinas. En noviembre de ese año, siendo representante especial para Derechos Humanos de la Cancillería Argentina, fue electo para integrar el área de Derechos Humanos de la Comisión de Control de Ficheros de Interpol (CCF).

Con tal motivo, expresó: "Es un cargo clave. La Argentina ha estado en la estructura de Interpol, pero nunca en un organismo de expertos [de dicha entidad]".

Me enorgullece enormemente haber compartido distintos momentos con él, pude disfrutar de la generosidad esa persona cálida y con una sencillez que pocas veces reconocí en alguien.

Decía y lo cito: “Siempre tené presente y recordá, en el fondo se trata de custodiar el valor de la honestidad y la honradez de la República”.

Recordándolo, lo valoramos, también de esa forma mantenemos en alto su gran compromiso con las ideas y valores que siempre sostuvo. Es símbolo de trabajo inclaudicable en búsqueda de la Justicia, la ética pública y la transparencia.

 

Lic. Javier Argolo

 

 

Comentarios

Comentar artículo