Fermín Valenzuela, toda una vida dedicada al futbol

Integró el mejor equipo del que se tenga memoria en el Club Atlético Ituzaingó, jugó en el “Verde” durante una sola temporada, pero quedó para siempre en el corazón del hincha y en la historia de la institución.

Fermín Héctor Valenzuela, nació el 24 de julio de 1965 en San Martin, pero su infancia transcurrió en San Miguel, y  precisamente en el Barrio Santa Brígida.

Se inició en el futbol a los 9 años en el Club Social Parque y a los 13 pasó a la novena de Argentinos Juniors, donde fue probado y fichado por el legendario Francisco Cornejo. Luego realizó todas las categorías hasta la cuarta división, firmó su contrato y jugó en los recordados Torneos “Proyección” televisados por canal 11, desde el mismísimo y viejo “Gasómetro” de avenida La Plata.

Además integró el plantel de Argentinos Juniors del año 1985, campeón de la Copa Libertadores de América, venciendo al América de Cali en Paraguay.

Jugó 25 partidos en la primera división del “Bicho Colorado”, alternando primera con reserva donde era titular, ya que le resultó sumamente difícil afianzarse como titular en primera división, con un equipo plagado de figuras, donde jugó hasta el 1988.

Luego de 10 largos años en Argentinos Juniors y después de salir Campeón con la reserva, Osvaldo Nito Veiga le dijo que no era jugador para primera, y eso le hizo pensar en dejar definitivamente el futbol.

Finalmente Patricio Hernández lo convence para viajar a Italia y recae en el Entella, club que participaba en un torneo regional, jugando de 10 donde sale goleador y lo convocan para la selección italiana de esa categoría.

También tuvo un paso por el club Savona, pero en el momento en que tenía una prueba en la Sampdoria, en su club tuvo una seria lesión en la rodilla derecha,  y luego de tener algunos problemas con su representante, lo operan y decide volver. En Italia solo ganó amigos, aprendizaje y experiencias, pero muy poco dinero.

A su regreso a nuestro país, participó de un partido amistoso con un grupo de amigos, frente a San Miguel y el por entonces director técnico Rubén “Hueso” Glaría, le pide jugar para ese club. Fermín tenía expectativas en jugar en algún club de primera, pero como venía de la operación de su rodilla, finalmente acepta y firma en ese club.

Pero él quería jugar en su puesto natural, que era de 4 y lo ponían de 7, de 8, de 5, y hasta de 11, pero además se le hacía muy difícil cobrar.

En 1991 a sus 26 años, lo llama el técnico de Ituzaingó Edgardo Marchetti y le propone jugar en el “León”, ya que se estaba armando un gran plantel para eludir el descenso, a lo que le contesto “que él venía a salir campeón, no a salvarlo del descenso”.

Ese era un plantel de hombres de experiencia, que priorizaron la competencia y se hacía respetar en todas las canchas.

Valenzuela a pesar de ser derecho, y a pedido del técnico, jugó de lateral por izquierda durante todo el torneo, pero por un problema muscular no pudo participar del partido final ante Los Andes, partido en el que Ituzaingó obtuvo el torneo y el ansiado ascenso a la Primera “B” Nacional.

En el “Verde” jugó solo la temporada 91/92, con 28 partidos disputados y 1 gol convertido, en Pacheco y Acosta a Atlanta, gol que fue el único durante toda su carrera.

Luego de salir campeón con Ituzaingó, el pretendía continuar, pero nunca lo llamaron, entonces arregla con el club Tigre que estaba en la “B” Nacional y buscaba ascender también a primera, pero nuevamente se le hacía muy difícil cobrar, no le pagaron la prima y no jugaba nunca en su puesto natural.

Luego se fue a Colegiales, pero este club se manejaba en forma amateur, cobraba un mes y tres no. Después se fue a Argentino de Quilmes y no arregló. Luego volvió a San Miguel y como le pidieron que firmara por anticipado los 12 recibos de sueldo, no aceptó. Tuvo también un paso fugaz por Juventud Unida.

Lo último en su carrera profesional se dio en la Liga de Chivicoy, pero ya con 33 años se le hicieron cuesta arriba los viajes, allí jugó solo 2 o 3 partidos y abandonó definitivamente.

En su prolífera carrera futbolística, en el único club en el que cobró correctamente fue en Ituzaingó, donde solo un mes se lo pagaron en dos veces.

Como técnico, fue ayudante de campo de Carlos Mayor en San Miguel, luego dirigió a Juventud Unida, F.C. Urquiza (hoy UAI), también dirigió en Corrientes y al Club Rosamonte de Misiones. Actualmente está esperando propuestas.

Nunca dejó de jugar al futbol, continuó jugando en forma amateur en la quinta de un reconocido político, torneos con ex jugadores, donde jugó hasta el año pasado, donde dejó momentáneamente por un problema en un hombro.

También trabajó en la secretaria de Deportes de la Nación, en la etapa del “Colorado” Carlos Javier Mac Allister.

Por su trayectoria impecable en el deporte, en el año 2014 fue declarado por el Concejo Deliberante de San Miguel, como persona ilustre de esa ciudad.

Actualmente vive en San Miguel y su familia está compuesta por su esposa Graciela, 2 hijas Melisa y Rocío y su nieto Thiago, de solo 7 años.

Nos dijo Marcelo Pérez, compañero de zaga en Ituzaingó: “Fermín en ese equipo era uno de los diferentes, tenía todo, técnica, pegada, categoría, saltaba a cabecear como pocos y le sobraba personalidad para jugar en varios puestos y cumplir en todos sin dificultad alguna. En mi opinión un jugador de otro nivel, a la altura del ‘Topo’ Luis Luquez o del ‘Chulo’ Héctor Rivoira. Una persona muy divertida, gran compañero, tanto dentro como fuera de la cancha”.

JUAN ÁNGEL MIGUEL.

 

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