La producción de harina de algarroba en el oeste formoseño se consolidó como un motor de desarrollo que combina saberes ancestrales, generación de empleo para más de 4.500 familias y un modelo industrial que protege el monte nativo. Con el acompañamiento de Nutrifor y el protagonismo de las comunidades originarias, este alimento ancestral emerge como una pieza clave para la soberanía alimentaria y el futuro productivo de la provincia, destacándose como una producción con valor agregado 100% formoseña. Leer más
