El dirigente protagonizó una “ocupación pacífica” para repudiar el cierre de un organismo que dejará de existir por decisión del Gobierno. Fue detenido por la Policía Federal y trasladado a la Superintendencia de Investigaciones, ubicada en Villa Lugano. Desde que fue alojado, comenzaron a concentrarse militantes que exigieron su liberación. Al cierre de esta edición denunciaron que los estaban reprimiendo para que dejen el lugar. Crece la solidaridad de sindicatos y movimientos sociales, mientras el Gobierno salió a reivindicar la detención. Denunciaron que no hubo una orden judicial para apresarlo. Leer más