El gobierno del intendente de Morón Lucas Ghi presentó ante el Concejo Deliberante la propuesta fiscal para 2026. El esquema planteó un incremento del 30 por ciento en la Tasa por Servicios Generales (TSG) y un ajuste del 15 por ciento en la Tasa de Inspección por Seguridad e Higiene (TISH). La administración local defendió estos números porque se alinearon con la inflación proyectada para el próximo año.
Por otro lado, el intendente reclamó, además, facultades especiales para modificar los valores de los tributos sin pasar por el recinto cuando los costos municipales superaran la inflación. El texto indicó que “las oficinas técnicas con incumbencia elaborarán un informe con la información suficiente que justifique el aumento”.
Ese punto encendió el debate porque funcionó como una herramienta para aplicar cambios de manera automática de un mes a otro. Para la oposición, ese mecanismo significó una concentración de poder que evitaría cualquier discusión pública.
El envío del proyecto abrió un frente político complejo para Ghi. El oficialismo atravesó una fractura total y perdió fuerza dentro del Concejo, según indica el portal Primer Plano. La oposición, que pareció debilitada después de septiembre, recuperó volumen tras la elección nacional de octubre. La correlación de fuerzas no cambió ni siquiera con el recambio legislativo del 10 de diciembre. El sector del intendente siguió en minoría y encaró un año con necesidad de acuerdos difíciles.
El Ejecutivo comunal recordó que el municipio no tuvo Presupuesto aprobado en 2024 y operó con el vigente desde 2023, que incluyó una cláusula de actualización automática ligada a los índices del INDEC. Según la gestión local, la nueva propuesta buscó asegurar los recursos necesarios para sostener los servicios esenciales. El texto fue elaborado por técnicos de la subsecretaría de Ingresos Públicos y apuntó a mejorar la recaudación sin desatender la situación económica general.
El proyecto incluyó una serie de reformas que afectaron la estructura tributaria del distrito. Entre ellas se destacaron:
Unificación de descuentos por pago adelantado y pago a término para todas las tasas.
Modificación del Artículo 42 para permitir ajustes del Ejecutivo basados en el Índice de Precios al Consumidor proyectado por el INDEC.
Eliminación de la zonificación en el régimen de monto fijo para contribuyentes con superficies menores a 50 m², monotributistas y comercios chicos.
Cambios en el artículo 69 para dar claridad a la compensación de pagos dobles o excesivos.
Inclusión de los autos modelo 1996 y 1997 en las exenciones de patente.
Precisión del artículo 183 para que toda actividad comercial e industrial tribute por ambas categorías.
Supresión de hechos imponibles del capítulo de Publicidad y Propaganda, con el fin de simplificar el esquema.
Incorporación de obras de empresas de servicios públicos al capítulo de Derechos de Construcción, como tendido de cables, caños o tareas de zanjeo.
Redefinición del hecho imponible de Espectáculos Públicos para mejorar la interpretación normativa.
En cuanto a los valores concretos, el proyecto incluyó:
Aumento general de los tributos del 30% desde enero de 2026, salvo la tasa que regula estructuras de soporte para antenas, que subió más que el resto en períodos anteriores.
Readecuación de las escalas de la TISH, que subieron 15% para acompañar la pérdida del valor de la moneda.
Reconfiguración de los mínimos de zona de la TSG para adecuarlos a la realidad económica.
Inclusión de un derecho de oficina para la gestión del Certificado de Aptitud Ambiental.
Incorporación del cobro por ocupación del espacio público cuando empresas de servicios instalaran transformadores aéreos.
La pulseada legislativa definirá el rumbo del presupuesto local para el próximo año. El Ejecutivo apostó a reforzar la caja municipal y mantener la prestación de servicios. La oposición buscará limitar las facultades delegadas que permitirían aumentos sin tratamiento parlamentario. El clima político en Morón anticipó una discusión intensa y sin margen para acuerdos fáciles. L.N.W.
